Cuando comencé a trabajar como docente, allá por el 2006, mi portafolio guardaba pocas herramientas vinculadas con las nuevas tecnologías. La “llegada” de las computadoras a la escuela implicó un intenso debate en relación a su uso: ¿qué hacer con ellas? ¿Cómo? Era clara la importancia de la utilización de las mismas, pero no habían experiencias previas o preparación que posibilitara una real y significativa inclusión de las NTIC’s.
En lo personal, tuve que recorrer un camino de búsqueda y de construcción de nuevas estrategias que me permitiera desarrollar los contenidos del curriculum de una forma diferente, es decir, trabajar en la sala de informática actividades que no fueran las mismas que los/as alumnos/as realizaban en el aula, pero esta vez, en la pantalla del monitor.
De esta forma, surgió mi primera propuesta, utilizando como recurso la WebQuest.
Las dificultades que detecté con las primeras propuestas, fue la imposibilidad de guiar y orientar permanentemente al alumnado en la realización de las actividades, ya que las mismas exigían desafíos en la puesta búsqueda y adopción de nuevas habilidades por parte de los alumnos y las alumnas. El trabajo fue resultando más sencillo mediante la realización de tareas colaborativas, las cuales permitían que los/as alumnos/as pudieran ayudarse entre sí y aprender codo a codo, teniendo en cuenta sus particularidades, ritmos y estilos de aprendizaje.
Hoy en día puedo afirmar que tengo el portafolio un poco más pesado, cargado de estrategias y experiencias, y preparado para seguir guardando nuevos aprendizajes.
